Joyas en verano

Llega el verano, el calor, la playa, la montaña... en fin, las tan esperadas vacaciones... Aquí unos consejitos para llevar siempre las joyas perfectas.
En la playa, suele ocurrir que con el calor los dedos se dilatan y de repente los anillos te aprietan…¡ojo no te confíes!…porque cuando te refrescas puede ser que con el frío se te escapen el en agua…
Con la arena, por otro lado, el oro y las piedras que no son preciosas se rayan. Lo mejor será que dejes tus joyas a buen recaudo en tu joyero y una vez hayas disfrutado de tu día de la playa te las pongas para estar ¡siempre perfecta!
Después del verano, recomendamos que lleves las joyas a la joyería a hacerles una revisión, sobre todo si son piezas con piedras, revisamos los engastes y las dejamos como nuevas para que las luzcas siempre bonitas.
Con los relojes, que también se considera una joya, tendríamos que tener en cuenta varias cosas, primeramente de si son sumergibles o no. En el caso de que si lo sean hay que asegurarse de que cuando hemos hecho el cambio de pila, nuestro relojero de confianza nos haya realizado el hermetismo que permite que los relojes se puedan sumergir. De no ser así, mejor no meterlos al mar.
Si finalmente lo has metido al mar o a la piscina, nuestra recomendación es que cuando llegues a casa lo aclares con agua dulce para quitarle los restos de agua salada o clorada.
¡Muy importante! Aunque el reloj sea sumergible y hayas efectuado los hermetismos de manera regular nunca tocar los botones debajo del agua.
Disfrutad del verano, nosotros así lo haremos… nos vemos a la vuelta!
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